...perfume que acompaña a una carta.

- Más que todas las palabras que leas, me recordarás a mí.
Desde antes de abrir el sobre hasta que repases imágenes
en la memoria antes del sueño, estaré presente.

Me recordarás cuando las arrugas hallan dibujado
tu historia en tu rostro, haré que evoques escenas perdidas;
a veces te encontrarás derramando lágrimas, sin saber porqué,
al caminar por la calle y encontrarme de nuevo
en un cuello adolescente que pasa sin que lo puedas detener.

Tal vez puedas hacerme permanecer en vestidos y telas
me iré y te visitaré para que me recuerdes de vez en cuando.
Nunca supiste mi nombre. Pero no soy todo, soy sólo
ese momento en que supiste que estabas completo
de nuevo, en que te encontraste en otra persona.
No olvides eso.

A mi, no me pongas demasiada atención. -

-Alfonso Araujo-
Monterrey, Nuevo León
Mexico (1996)


Al buscar horizontes, nos damos cuenta que consciente ó inconscientemente nos quedamos mirando las puertas que se han cerrado y también aquellas que estás media abiertas pero que nuestro corazón nos dice que pronto se cerrarán. Guardamos la esperanza de que el contenido en el interior de la habitación no se desvanezca o sea cambiado de lugar a menos que sea para retornar a nuestra vida en una nueva habitación que en algún momento nos toque abrir. Así pasa con el amor. A veces esa puerta necesita cerrarse porque él o el otro no se merece lo que tenemos para dar pero a veces también sucede que esa puerta se cierra para darnos cuenta que necesitamos seguir viviendo. Se cierra simplemente para que aprendamos a VIVIR.

La primera vez que leí este escrito fue no hace tantos años atras, de hecho lo encontré mientras vivía en Monterrey. Un lugar que recogió la tristeza que llevaba en mi baúl de vivencias; que decidió acogerme entendiendo la razón por la que estaba allí. Al leer perfume que acompaña una carta, lo primero que sentí fue mucha nostalgia por las cosas que en ese momento ya no tenía.

Hoy al regresar a estas palabras, me siento tan vulnerable porque ahora no añoro tener aquello por lo que pensaba sino lo que tenía cuando estas palabras se cruzaron en mi camino: el olor de ese lugar, de tu perfume y del mío también. Nos he encontrado en otros cuellos que han pasado por mi lado al caminar por la calle y me pregunto nostálgica donde estarás; donde estoy yo.

Confieso, me agrada encontrarte en otras personas porque me hace sentir que no te has ido del todo y se que mientras a mis recuerdos les quede un soplo de aliento para regresar, estoy viva.